´Soy un contador de historias; mi voz no es para poner la piel de gallina´
Cinco minutos con Melendi. La estrella mediática está hasta arriba de compromisos, justifican sus agentes de la discográfica Warner Music. Sin embargo, lo que podría haber sido una charla fría e insípida se convierte desde el primer minuto en una agradable conversación. Melendi responde sin titubeos, ríe si tiene ganas, calla cuando prefiere y, sobre todo, atrapa con su naturalidad y buen humor. Y me regala tres minutos más.
El músico llega el próximo viernes a Vigo (Auditorio Mar de Vigo, 21.00 horas) para presentar su nuevo trabajo, "Lágrimas desordenadas". Ante el efusivo recibimiento de los vigueses, que agotaron las entradas en tres días, el asturiano repetirá al día siguiente. El 13 de abril estará en el Coliseo de A Coruña.
amaia mauleón - Vigo –Aún recuerdan algunos la sorpresa al verle paseando hace dos años por las Islas Cíes.
–Son preciosas. Me invitó un amigo que tiene el restaurante de allí y estuvimos un par de noches. Lo pasamos muy bien así que vengo con un recuerdo muy grato.
–Las entradas para su primer concierto se vendieron en tres días, así da gusto, ¿no?
–Sí, bueno, el auditorio tiene un aforo pequeño, de 1.400 personas. Para mí va a ser muy novedoso tocar en un espacio así en el que la gente está sentada.
–"Lágrimas desordenadas" es un disco más romántico que sus anteriores... quizás también se preste bien a escucharlo sentados.
–Sí, el disco anterior era más rockero pero en este recupero mi faceta de cantautor y, por lo que he testado en otros teatros, la gente se lo pasa muy bien. Al fin y al cabo yo soy un contador de historias y mi voz no es para poner la piel de gallina. Eso se lo dejo a los cantantes líricos.
–¿Cómo brotaron estas lágrimas?
–El título dice mucho del disco. Ha sido todo muy desordenado. Tengo la buena o mala costumbre de que todo lo nuevo me gusta más que lo antiguo, así que en cuanto un tema se va quedando ahí luego ya no lo quiero. La canción que da nombre al disco, de hecho, era un tema antiguo que yo ya no miraba pero resulta que fue el que más gustó a la discográfica y quisieron que fuera el single. Desde luego, aunque todas las canciones las compongo con cariño soy consciente de que lo que me gusta a mí no coincide con lo que le gusta a la mayoría de la gente.
–¿Toma en cuenta la opinión de sus seguidores?
–Ahora con las redes sociales es increíble, porque son un termómetro a tiempo real de lo que opina la gente. Al principio era un poco reticente a meterme en esto pero tengo que confesar que es aditivo. Todas las noches, como un adolescente, me quedo enganchado en Facebook para ver todo lo que ha pasado durante el día.
–¿Realmente fue tan agotadora su participación en "La Voz" que ha decidido no seguir como coach en la segunda edición?
–Ser coach en el programa requiere invertir mucho tiempo en ello. Pero mucho. El año pasado era bastante tranquilo para mí y me lo podía permitir; por eso acepté. Pero ahora, en plena promoción y gira del nuevo disco sería imposible hacerlo. Hay que ser honesto y dejar que sea otro el que participe esta vez. Pero me gustó mucho la experiencia porque me permitió revivir mis miedos y mis frustraciones. Además, me parece muy bonito poder mostrar los pasos que puede dar a alguien que empieza, algo que a mí también me habría venido muy bien.
–De hecho, ahora inicia su aventura americana.
–Sí, en junio me voy a varios países, pero la verdadera gira será en octubre y noviembre.
–Mucho tiempo fuera de casa...
–Con Skipe se lleva mejor pero esta vez quizás me lleve al niño pequeño y a mi mujer.
–¿Se habría elegido a sí mismo como coach?
–Jamás (ríe).
–¿Por qué razón?
–En realidad quedaría muy feo decir que sí (ríe). Cualquiera de mis compañeros me habría enseñado mejor.